El fregadero de acero inoxidable, ¿cómo limpiarlo?
Hoy en día resulta casi imposible de imaginar que los bienes de equipo y productos que estén en contacto con alimentos no utilicen acero inoxidable en su fabricación. A diferencia de, por ejemplo, la plata, que requiere de una serie de cuidados específicos, el acero inoxidable cuenta con las características propias del acero a las que hay que sumar la resistencia a la corrosión, la cual se consigue añadiéndoles aleantes como el cromo, el níquel y el molibdeno, entre otros.
Descubierto a principios del siglo XX por Harry Brearley, su invento no causó un gran interés y fue destinado a la fabricación de coberterías. No obstante, con el paso de los años el acero inoxidable se ha ido introduciendo prácticamente en la totalidad de los procesos industriales, siendo enorme el abanico de productos fabricados con el mismo.
Entre ellos tenemos un acompañante bastante incomprendido de las cocinas, mayormente de las industriales: el fregadero de acero inoxidable. Se trata de un elemento estructural prácticamente indispensable que, por contra, gracias a su precio bastante asequible y a su posición final en la cadena del servicio, a veces no recibe los cuidados que merece.
Limpiar el fregadero con productos naturales: alarguemos su vida útil.
Está claro que al fregadero le toca ser un todoterreno como los de antaño: pura mecánica y resistencia. No obstante, no está de menos que le profesemos ciertos cuidados en lo que a limpieza se refiere si queremos alargar su vida útil. Los fregaderos, principalmente los fregaderos industriales, tienen que lidiar con grasas, productos químicos, golpes, cambios de temperatura y otras eventualidades a diario.
Entre ellos tenemos un acompañante incomprendido de las cocinas, mayormente de las industriales: el fregadero. Se trata de un elemento estructural prácticamente indispensable que, por contra, gracias a su precio bastante asequible y a su posición final en la cadena del servicio, a veces no recibe los cuidados que merece.
Esto provoca que, pese a la capa protectora anti-corrosiva con la que cuenta el fregadero de acero inoxidable en la totalidad de su superficie, puedan aparecer fisuras y/o picaduras que pongan en peligro la estructura. Para evitar que la suciedad y los contaminantes hagan mella en el mismo, podemos optar por usar detergentes y esponjas suaves para limpiarlo de forma regular.
Otro de los trucos que desde Hostelbar nos ha gustado mucho, es utilizar productos básicos y naturales que todos podemos tener en nuestras cocinas para limpiar acero inoxidable. El truco consiste en espolvorear bicarbonato de sodio en el fregadero seco y repartirlo por toda la superficie a limpiar utilizando una esponja limpia y húmeda realizando movimientos suaves. Posteriormente, echar vinagre de forma que al entrar en contacto con el bicarbonato reaccione creando la espuma efervescente que atacará la suciedad. Habrá que dejar actuar el vinagre durante unos 10 minutos y posteriormente enjuagar la mezcla con agua tibia. Finalmente, para lograr un mejor acabado, puede secarse el fregadero con un trapo seco o con papel de cocina.
Por supuesto, este procedimiento lo hemos aplicado a los fregaderos pero también sirve para otros muchos elementos de cocina fabricados con acero inoxidable, así que podéis dejar correr vuestra imaginación para usar estos productos a la hora de limpiar vuestros equipos. ¿Qué os parece? ¿Conocéis algún otro truco de limpieza? ¿Cómo lográis que vuestra cocina esté impecable?No dudéis en comentar y compartirlo, seguro que entre todos sacamos más trucos de limpieza.